Asturias Reviews

Queridos lectores... Internet se ha convertido por arte de magia en el terrible Leviatán a batir para la televisión. Y es que no puede ser, pensarán los directivos de las grandes cadenas, que un grupo creciente de humanos prefieran seleccionar a su gusto y preferencia las noticias en la red de redes en lugar de recibirlas predigeridas y bien masticadas por las ondas del TDT. 

En la autonómica de Canarias pusieron hoy a parir a las redes sociales. Curioso, ¿no? Dicen que tener un avatar "puede crear confusión sobre el aspecto físico real de la persona". Vamos, que si me pongo de imagen en el Skype a Michael Jackson, según ellos, tengo un trastorno de personalidad que me llevaría a ejecutar peligrosísimos moonwalks o algo así. Imagino que la terapia de desahogo les cunde que da gusto porque eso de criminalizar a todos los que hacemos uso y abuso de Facebook, Tuenti y demás no es algo hermoso precisamente. 

Sólo falta que nos apliquen algún tipo de Ley de Vagos y Maleantes Cibernéticos por ejercer el disfrute del Internet 2.0, los blogs, y estar feliz con la participación masiva de usuarios jolgóricos. Porque esa es otra. ¡Sacan a los nefastos psicólocos como autoridad, con su bata y sus opiniones de andar por casa! Pero, obviamente, no a los que a mi me gustan; no veo neuropsicólogos ni admiradores de Steven Pinker ni nada, son los de la vieja escuela moralista y experta en predecir "futuras catástrofes sociales producidas por el uso de las nuevas tecnologías". 

Eso es un eufemismo para adornar lo que es, en otras palabras, pura pseudociencia y el "a mi me parece que eso está mal, de toda la vida de Dios". Basta de sensacionalismo insulso, aunque sé que decirlo no vale para nada. Alertar de catástrofes de proporciones planetarias inminentes es el caldo de cultivo de los titulares más candentes, que repiten a manera de mantras folclóricos cada meme potencialmente nocivo para el sentido común que encuentran, sea cierto o no. Estoy harto de la falaz y gratuita asociación entre los juegos de rol y las katanas, de las noticias anticientíficas que hablan de supuestos eslabones perdidos, de poner al deshielo en la Antártida como si fuese algo inédito en chorrocientos milenios cuando ocurre todos los años de forma periódica. 

Ya, esos colosales icebergs a la deriva son enganchantes. La cuestión, la problemática que se cuece es que se trata de intereses contrapuestos. Si está todo Cristo navegando por este mundo binario lógicamente se pierde audiencia y muchos ceños se fruncen. Cuando se frunce una excesiva cantidad de ceños, llega la alarma y a los encargados de diseñar nuevas se les ocurre colar un catecismo en forma de informativo sobre el riesgo que corremos al escribir en nuestras páginas o al escuchar canciones en Youtube. Pues mire usté, creo que sabemos muy bien a lo que nos exponemos. Aquí hay de todo, como en cualquier sitio. Sin embargo, ¿informan del mismo palo sobre el apocalipsis que hay en ciertas calles y con cierta gente? No, no lo hacen. Internet parece generar más morbo que la Drama-llama. 

 No obstante todavía conservo algo de fe en que algunos curen su tecnofobia. El avión iba a ser un fracaso, la televisión aburriría a la gente y el ir a más de nosecuantos kilómetros por hora en tren iba a hacernos papilla. Y no... Internet será un caso similar, ha llegado para quedarse, como también lo han hecho los móviles, para los que, por cierto, ya se pueden descargar apps para ver la Tv gratis desde cualquier lugar y en cualquier momento.