El Oso Pardo: Especie en peligro

viernes, 19 de septiembre de 2008
Posted by tmc



El oso pardo es una de las ocho especies de osos que viven en el planeta y se podría considerar, a escala global, como uno de los mamíferos con una mayor área de distribución mundial y también como uno de los grandes carnívoros con una situación más próspera. Sin embargo, la población de osos pardos que vive en la Cordillera Cantábrica presenta unas características genéticas que la hace ser ligeramente diferente a otras poblaciones de osos y por ello, única a nivel mundial. Esta circunstancia hace que los osos pardos exixtentes en Asturias tengan un gran valor e interés zoológico y conservacionista. No devemos olvidar que estamos hablando de una de las poblaciones de osos más escasas y amenazadas a nivel mundial, ya que sólamente existen unos 120 osos de este tipo.

Al comunmente conocido como oso pardo es el animal terrestre más grande de cuantos habitan la penísula ibérica. En Asturias se le denomina "osu" y en el centro-occidente astur existe tamién un nombre para denominar a los ejemplares jóvenes de hasta aproximadamente el año y medio de edad, periodo durante el cual acompañan a su madre hasta el momento de su independencia, a los que se les llama esbardos.

Veamos cuales son las características de "nuestro" oso pardo:

- Nombre científico: Ursus arctos
- Clase: Mamíferos.
- Orden: Carnívoros.
- Familia: Úrsidos.
- Dimensiones: Longitud: Entre 1,6m. y 2 m. Altura en la cruz: Entre 0,90m. - 1 m.
- Peso Medio: Machos: 115 kg, pero pueden superar los 200 kg. Las hembras pesan normalmente uno 85 kg pero pueden superar los 150 kg. Las crías pesan al nacer unos 350 g, y los esbardos alcanzan los 20-25 kg al cumplir su primer año de vida.
- Longevidad: 25 - 30 años (máximos conocidos de 34 años en estado silvestre y 47 en cautividad).

Su color puede oscilar entre el marrón muy oscuro y el dorado claro, pasando por diversas gamas de grises. No obstante, los osos cantábricos muestran en general un patrón de color muy característico: patas negruzcas, cara pardo-amarillenta, flancos grisáceos y cuartos traseros pardo-oscuros. Las crías suelen presentar un collar blanquecino más o menos amplio alrededor del cuello, marca que habitualmente desaparece a partir de la primera muda al año de edad, pero de la que puede quedar algún resto en los adultos. El pelaje se renueva una vez al año, en la época estival.

En cuanto al apartado sensorial, la visión no es un se muy desarrollada; comparada con otros sentidos, puede considerarse mediocre, aunque tienen capacidad para ver en color y durante la noche. A larga distancia reconocen formas pero no detalles, y detectan mucho mejor animales u objetos en movimiento que inmóviles. En algunas situaciones desfavorables pueden erguirse sobre sus patas traseras para aumentar su campo de visión. Sin embargo poseen un oído muy agudo y desarrollado, al igual que el olfato que es excelente, finísimo y, sin duda, su sentido más desarrollado y el que más les ayuda en su vida cotidiana. Gracias a él pueden detectar a larga distancia muchas de sus fuentes de alimento y también el estado sexual de otros ejemplares durante la época de celo.

Dentadura: Sus potentes mandíbulas están coronadas por 36 - 38 dientes, entre los que destacan 4 caninos o colmillos, puntiagudos y robustos como los de otros carnívoros. Sin embargo, la presencia de incisivos aptos para cortar hierba y tallos, y de molares amplios y aplanados capaces de triturar alimentos de origen vegetal, demuestra que la dentadura de este carnívoro está perfectamente adaptada a un régimen omnívoro.

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